FE**** Posted December 19, 2023 Posted December 19, 2023 Allí tirada en la nieve, inmovilizada y amordazada, sola y oyendo el viento ulular, revolviendo su vestido rojo, ella rememoraba como había acabado ahí. Sentía que el frío del invierno se apoderaba de ella. Temblaba de frío, su cuerpo aterrido luchaba buscando calor. Pero ese frío no era nada comparado con el que le congelaba su torturada alma de sumisa. Hacía una semana que había tomado un café con un dominante. De él, de sus formas, de su cuerpo, de sus palabras ella se prendó. Le ofreció su entrega, su cuerpo, su deseo, su sumisión, toda ella con una palabra de él habría sido su posesión. Él dominante de ella había pasado sin escuchar sus lloros, sin hacer caso de sus ruegos, no había visto como ella lo buscaba desesperadamente, como se revolcaba en las heces, como quería sentir su voz, como anhelaba el roce de su piel. Ahora, en medio del crudo invierno, ella estaba sola, solo su vestido rojo cubría su desnudez en medio de la tundra, eso no le importaba demasiado, lo que le atemorizaba era que veía a su alma congelandose, que se iba rompiendo a trozos cada vez más enormes. Sus lágrimas no la consolaban, no reparaban su corazón roto, ni juntaban los trozos de su alma. Allá tendida, atada, aterrida de frío, llorando, temblando, tiritando, luchando solo sentía los lejanos aullidos de los lobos que la acechaban mientras el dominante se habia ido regodeándose en la desgracia en que la chica había caído.
Recommended Posts